Mèrida 15 de Diciembre de 2017
Hace 18 años se aprobó la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela
El
sentimiento de victoria popular tuvo una nueva expresión el 15 de
diciembre de 1999, cuando se cumplió el mandato del pueblo
venezolano al aprobar uno de los instrumentos jurídicos que en
materia de derechos humanos, participación popular y democracia
participativa es vanguardia mundial: la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
Hace
18 años nuestra Carta Magna fue aprobada por mandato del pueblo en
ejercicio de su Poder Constituyente con 3 millones 301 mil 475 votos
a favor del Sí, equivalente al 71,78% del electorado. Ese pueblo
elector y soberano decidió poner fin a la llamada democracia
representativa, con su marco jurídico excluyente, que fue la
impronta de los gobiernos del Pacto de Punto Fijo.
La
opción del No tuvo un millón 298 mil 105 votos (28,22%) y fue
defendida por las mismas caras que incluso hoy pretenden asumir a la
Constitución Bolivariana como su bandera para hacer política.
Se
trataba de los mismos voceros de Acción Democrática (AD), Copei y
Unión Republicana Democrática, e incluso de voceros que hoy lideran
partidos de la más extrema derecha como Primero Justicia; en aquella
oportunidad se opusieron al texto porque su promulgación derogaría
a la Constitución de 1961, elaborada por el bipartidismo, en la que
el pueblo no gozó del protagonismo, la pluralidad y la
corresponsabilidad que tiene actualmente.
La
nueva Constitución
Desde
los inicios de su campaña presidencial en 1998, Hugo Chávez ofreció
refundar la República sobre la necesidad de sustituir un
ordenamiento jurídico que para el momento estaba alejado de la
realidad del país; para Chávez el pueblo de Venezuela necesitaba
edificar una sociedad más justa, con igualdad y respeto a los
derechos humanos.
El
primer paso fue dado por Chávez el 2 de febrero de 1999, en su toma
de posesión del cargo, cuando expresó: “Juro delante de Dios,
juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta
moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas
necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna
adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro.”
Ese
mismo dìa, Chávez firma el decreto número 3, con fecha 02-02-1999,
para realizar un referendo consultivo al pueblo venezolano, sobre la
base de “la imperiosa necesidad histórica de elegir una Asamblea
Constituyente para que esta redacte y apruebe una nueva Ley
Constitucional que haga posible una democracia verdaderamente
representativa y efectivamente responsable y alternativa”.
Con
base en el artículo 181 de la Ley Orgánica del Sufragio y
Participación Política, el 25 de abril de 1999 se realizó en el
país el Referendo Consultivo Nacional para convocar una Asamblea
Nacional Constituyente, la cual elaboraría la nueva Constitución.
De
acuerdo con el registro histórico del Consejo Nacional Electoral
(CNE) el Sí obtuvo una victoria de 3 millones 360 mil 666 votos
(87,75%) y el No obtuvo 300 mil 233 votos (7,26%).
Esa
Asamblea adquiría poderes para que en un periodo de 6 meses se
redactara una nueva carta magna. Los constituyentes serían electos
por sufragio directo, universal y secreto, tal como siempre han sido
las jornadas electorales en el país.
El
17 de junio de 1999 la sala Político-Administrativa de la Corte
Suprema de Justicia ordenó al CNE publicar en Gaceta Electoral de la
República de Venezuela los nombres de candidatos nacionales y
regionales a la Asamblea Nacional Constituyente. El viernes 09 de
Julio de 1999 fue publicado el listado.
De
acuerdo al texto electoral, los candidatos estarían acompañados de
símbolos, signos, siglas y colores que permitiría identificarlos
con la respectiva agrupación, foto de los mismos e información de
la profesión u oficio.
Fue
una convocatoria abierta en la que, incluso, grupos tribales
indígenas podrían volver a escribir la constitución de la nación.
Ese precisamente fue uno de los principales elementos que
evidenciaban el inicio de un gobierno más justo, lleno y hecho de
pueblo.
Una
vez instalada la Asamblea, los constituyentes tendrían que discutir
con todos los sectores de la sociedad Venezolana, la nueva
estructura, principios y artículos de la futura constitución.
La
Asamblea se instaló el 3 agosto de 1999. Su misión era elaborar un
nuevo Ordenamiento Jurídico Nacional que debía encaminar a la
nación por los nuevos esquemas de bienestar social, económico y
político.
De
acuerdo con las reseñas que hacían los medios impresos para la
época, los constituyentes se agruparon en 21 Comisiones Permanentes.
Una
vez aprobado el texto, revisado artículo por artículo, la Asamblea
nacional Constituyente entregaría el proyecto de Constitución al
Ejecutivo Nacional quien se encargaría de convocar mediante decreto
un referéndum constitucional para aprobar la Carta Magna. Ese
referéndum tuvo lugar el 15 de diciembre de 1999.
Una
contundente victoria fue expresión del clamor que hoy se perfila
como Estado Comunal. El Sí obtuvo 3 millones 301 mil 475 (71,78%) y
el No un millón 298 mil 105 (28,22%).
Amplitud
e inclusión
La
Constitución de la Cuarta República, consagraba sólo tres poderes:
Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El texto, que estuvo vigente por
38 años, no era amplio en lo que respecta a la participación
política del pueblo. Como una muestra de inclusión y participación,
la propuesta discutida en la Asamblea Nacional Constituyente y basada
en el ideario bolivariano, incorporaba al Consejo Moral Republicano,
conformado por el Poder Ciudadano y el Poder Electoral.
La
nueva Carta Magna planteó la creación de un Estado democrático y
social de derecho, basado en la corresponsabilidad del pueblo, con
pluralismo, en la gestión de gobierno; lo que se conoce como Poder
Popular y le da músculo a la democracia participativa y protagónica.
“El
primer hecho jurídico político que partió en dos la historia
contemporánea de Venezuela fue el llamado a una constituyente que
dio lugar a una Constitución y luego a la serie de leyes y normas
que surgieron”, expresó el analista político Miguel Angel Pérez
Pirella, en 2010 en una entrevista publicada por el diario Ciudad
CCS.
La
Constitución Bolivariana ofrece una importante ponderación a los
derechos humanos, a los que considera superiores y anteriores al
Estado, por lo cual lo obliga a garantizar el respeto de estos y
además investigar, sancionar e indemnizar a quienes hayan sido
víctimas de la violación de sus derechos.
Como
medios electorales de consulta, la Constitución de 1999 establece la
revocación del mandato, la convocatoria a elecciones y la Asamblea
Constituyente; esta última, junto a la enmienda y la reforma
constitucional, también es instrumento para la revisión de nuestra
Carta Magna.
A
partir de la aprobación y promulgación de la Constitución
Bolivariana de 1999, inició la aplicación de una serie de políticas
que permitieron atender de manera rápida y oportuna el déficit
social que confrontaba el pueblo venezolano.
Ese
rumbo hacia el socialismo del siglo XXI, que hoy es consigna en las
expresiones de lucha del pueblo organizado, ha sido siempre el
objetivo de nuestra Carta Magna.
La
derecha de siempre
En
1999, la posición de la derecha fue negarse a la realización de una
nueva Carta Magna con argumentos que denunciaban, desde el cambio de
nombre a República Bolivariana de Venezuela, hasta el rechazo de la
creación del Poder Ciudadano.
También
denunciaron el reconocimiento de los pueblos indígenas y su legado
cultural. “Los indígenas tendrían la capacidad de crear naciones
aparte, en sus territorios ocupados”, advirtió el actual candidato
a la reelección como gobernador de Miranda, Henrique Capriles.
“Mientras
que los ‘civiles’ tienen un compendio de derechos que son un
simple saludo a la bandera, ya que su ejecución es inviable”,
dijo, para figurar como uno de los principales oponentes a la
Constitución Bolivariana.
13
años más tarde, cuando le tocó ser aspirante a la presidencia, se
atrevió a utilizar indumentaria tradicional de los pueblos
originarios como parte de los actos proselitistas de su campaña
electoral.
A
pesar de los ataques, la Constitución Bolivariana abrió paso a
novedosas formas de organización popular que surgieron luego de su
promulgación, como fueron las Mesas técnicas de agua, los Comités
de tierra urbana y actualmente los consejos comunales y las asambleas
de pobladores.
El
pueblo adoptó su Carta Magna como herramienta para ejercer el Poder
Popular y hacer valer sus derechos; con la Constitución, el pueblo
defendió su soberanía y rescató a Hugo Chávez de su secuestro el
11 de abril de 2002; con el mismo instrumento legal, se cohesionó
para hacerle frente al sabotaje petrolero de 2002 y 2003.
Hoy
a 13 años de su promulgación, el pueblo defiende su rol como
protagonista de la construcción de la patria nueva.