Luisa
Cáceres de Arismendi
Nace
en Caracas el 25 septiembre de 1799.
Heroína
de la Independencia y símbolo de la fortaleza humana ante la
adversidad. Esposa del prócer Juan Bautista Arismendi. Hija de
Domingo Cáceres y de Carmen Díaz. Su padre, profesor de Latín le
enseñó a temprana edad a leer y escribir, así como los principios
éticos y morales que le dieron valor durante los años de su
cautiverio y destierro. El año 1814 fue un adverso para la naciente
República y también para la familia Cáceres; el 6 de marzo las
tropas del jefe realista Francisco Rosete asaltaron la guarnición de
Ocumare y mataron al padre de Luisa quien se encontraba allí por
invitación de su amigo el comandante Juan José Toro. La comandancia
Militar de Caracas, al frente de la cual se encontraba Juan Bautista
Arismendi, organiza una expedición el día 14 de marzo en auxilio de
los patriotas sitiados en Ocumare; entre los soldados de la operación
estaba Félix Cáceres, hermano mayor de Luisa. Las tropas de
Arismendi son derrotadas y el hermano de Luisa es hecho prisionero y
ejecutado el 16 de marzo.
El
7 de julio de 1814, durante la retirada de las fuerzas patriotas de
Caracas rumbo a Oriente, como consecuencia del avance de las
terribles tropas comandadas por José Tomás Boves; la tragedia toca
nuevamente de cerca la vida de Luisa Cáceres, ya que, en la travesía
mueren cuatro tías suyas, quedando vivos sólo ella y un hermano
menor.
Los
emigrados pasan por Barcelona y se dirigen a Cumaná donde llegan a
finales de agosto, muchos de ellos consiguen pasar a Margarita, lugar
donde Arismendi puede garantizarles una mayor seguridad. Durante este
tiempo, el coronel Arismendi busca a la familia Cáceres, a quienes
había conocido y frecuentado por algún tiempo en Caracas en la
navidad de 1813, proporcionándoles por este motivo, vestidos,
alojamiento y demás recursos. El 4 de diciembre de 1814 Luisa
Cáceres contrae nupcias con Juan Bautista Arismendi.
En
septiembre de 1815, las autoridades españolas ordenan la captura de
Bautista Arismendi, quien se escapa y oculta con uno de sus hijos en
las montañas del cerro Copey; el día 24 de septiembre, Luisa
Cáceres quien seencontraba embarazada es tomada como rehén para
doblegar a su esposo. Encerrada por un tiempo en la casa de la
familia Amnés, es trasladada días después a un calabozo de la
fortaleza de Santa Rosa.
Mientras
tanto, las acciones militares de Arismendi le permiten hacer
prisioneros a varios jefes españoles, entre ellos al comandante
Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa; motivo por el cual el jefe
realista Joaquín Urreiztieta propone a Arismendi canjear prisioneros
por su esposa, tal ofrecimiento es rechazado y el emisario recibe por
respuesta: " Diga al jefe español que sin patria no quiero
esposa". El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que
muere al nacer dadas las condiciones del parto y del calabozo en el
cual se hallaba prisionera.
Posteriormente,
es trasladada al fortín de Pampatar donde permanece algunos días,
antes de ser enviada a la prisión de La Guaira y finalmente al
convento de la Inmaculada Concepción en Caracas, donde ingresa como
prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo se le
mantuvo incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos
de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi y por el General
José Antonio Páez en Apure, determinan que Luisa sea trasladada a
Cádiz, hacia donde es embarcada el 3 de diciembre de 1816.
El
barco en el que viajaba es atacado por un buque corsario, el cual se
apodera de todo el cargamento y abandona a los pasajeros en la isla
de Santa María en los Azores. Imposibilitada de regresar a
Venezuela, Luisa llega a Cádiz el 17 de enero de 1817. Es presentada
ante el Capitán General de Andalucía, quien protesta por el trato
al que fue sometida por las autoridades españolas de América, y le
da la categoría de confinada, asignándole además una pensión de
10 reales en vellón diarios.Durante su permanencia en Cádiz, se
negó a firmar un documento donde debía manifestar su lealtad al rey
de España y renegar de la filiación patriota de su marido, a lo
cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y
luchar por libertarla. El 3 de mayo de 1818 llega a Filadelfia, luego
de fugarse de Cádiz con la ayuda de Francisco Carabaño y el inglés
Mr. Tottem; de allí se dirige a Margarita donde desembarca el 26 de
julio de 1818. Finalmente, 19 de septiembre de 1819, el Consejo de
Indias dicta una resolución que le concede absoluta libertad y
facultad de fijar su residencia donde desee. Residió en Caracas
hasta el día de su muerte. Sus restos fueron trasladados al Panteón
Nacional en 1876.
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