Ezequiel Zamora
Miembro de una familia de modestos agricultores, su padre, Alejandro
Zamora, había muerto cuando Ezequiel tenía cuatro años,
y ello motivó a su madre, Paula Correa, a trasladarse con sus
hijos a Caracas en busca de mejores condiciones de vida. Procedían
de Cúa, población de los Valles del Tuy en la que nació Ezequiel
Zamora el 1 de febrero de 1817.
La condición de «blancos
de la orilla» de la familia Zamora (blancos nacidos en el país,
pero no pertenecientes a la aristocracia criolla) no garantizaba el
bienestar que habían ido a buscar en la ciudad. Cierto es que el
joven Ezequiel asistió a la escuela de primeras letras en Caracas,
dirigida por Vicente Méndez, pero no tardó mucho en abandonarla
para ayudar a su madre y ponerse al frente de su familia.
Ezequiel Zamora se estableció en Villa de Cura, en el Estado
de Aragua, donde abrió una tienda de víveres; pronto amplió su
negocio con el comercio ganadero y agrícola en las poblaciones
vecinas de los Estados de Guárico y de Apure. La adscripción
de Ezequiel Zamora al Partido Liberal de Villa de Cura ocurrió a
propósito de los comicios presidenciales de 1846. Su intención
y la de sus allegados era postular la candidatura de Zamora como
elector para el cantón de esa localidad. Estaba claro que ya para la
fecha
Ezequiel Zamora se había convertido en persona reconocida por
los miembros de la comunidad, campesinos en su mayoría, y se había
contagiado de las ideas liberales que habían ido propagándose
por Europa y América desde la Revolución Francesa.
El Partido Liberal se presentaba entonces, bajo su carácter
policlasista, como única alternativa para promover un cambio en una
estructura social que, con pequeñas variaciones, seguía
conservando el esquema colonial. Zamora tenía todas las condiciones
del líder popular; no le faltaban la bravura, la constancia y la
firmeza de convicciones, y sobresalía además por sus conocimientos
de la doctrina liberal, buena parte de ellos obtenidos de los
artículos publicados en El Venezolano por Antonio Leocadio Guzmán,
líder del Partido Liberal a quien Zamora idolatraba sin medida;
de las pláticas con su cuñado Juan Caspers, quien le puso
al tanto de la situación política en Venezuela y Europa, y de la
instrucción informal proporcionada por su amigo José Manuel
García, abogado de quien recibió nociones básicas de filosofía
moderna y derecho romano, de los fundamentos del principio
de igualdad y de la necesidad de implantar estos últimos en
Venezuela.
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