Mèrida
21 de Junio de 2018
El
hecho ocurrió un día como hoy, hace 50 años: el 21 de junio de
1966, en pleno período histórico de la IV República.
Gobernaba
Venezuela el presidente Raúl Leoni, del partido Acción Democrática
(socialdemócrata), que en coalición política con otros dos
partidos de la época, Copei (socialcristiano) y Unión Republicana
Democrática (URD) heredero del liberalismo amarillo venezolano, del
siglo XIX, constituían el régimen de la "ancha base".
La
voz oficial dijo de inmediato que Fabricio, de 38 años de edad, se
había ahorcado en su celda.
El
ministro de la Defensa de entonces, el general Ramón Florencio
Gómez, emitió un comunicado en el cual decía: "Somos los
primeros en lamentar lo ocurrido".
Sin
embargo, sus correligionarios y el pueblo todo sabían que Fabricio
Ojeda "fue perseguido, apresado, torturado y asesinado por la
democracia puntofijista", tal como dice Luis Berrizbeitia en el
prólogo del libro La Muerte de Fabricio Ojeda, de José Antonio
Solórzano León.
Como
reportero del diario El Nacional, para el cual cubría la fuente de
Palacio, Fabricio Ojeda era el anónimo y clandestino presidente de
la Junta Patriótica que derrocó a la dictadura, el 23 de enero de
1958.
Al
instaurarse el "régimen democrático" del pacto de Punto
Fijo, acordado en Nueva York por los dirigentes: Rómulo Betancourt
(AD), Rafael Caldera (Copei) y Jóvito Villalba (URD), Fabricio Ojeda
es electo diputado por URD, pero el 30 de Junio de 1962, asqueado por
la traición de esos partidos a las ideas de libertad y justicia que
encabezaron la lucha contra la dictadura, con un emotivo discurso en
la Cámara de Diputados renuncia al cargo y se va a las montañas,
donde ya operaban las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Liberación
Nacional (Faln).
En
contacto con los jefes guerrilleros Douglas Bravo y Argimiro
Gabaldón, es nombrado comandante del recién creado Frente José
Antonio Páez. A fines de 1962 fue capturado y sentenciado a 18 años
de presidio, pero logró escapar de la cárcel de Trujillo, donde lo
habían confinado.
Cuatro
años después, el 17 de junio de 1966, Fabricio Ojeda cayó de nuevo
en manos del Gobierno de Raúl Leoni.
En
una ocasión de lucha Fabricio expresó: “Si muero no importa,
otros vendrán detrás que recogerán nuestro fusil y nuestra bandera
para continuar con dignidad lo que es ideal y saber de nuestro
pueblo”.
En
una de sus alocuciones nuestro comandante eterno, Hugo Chávez, al
recordar la gesta emancipadora del combatiente Ojeda, manifestó:
“A
Fabricio Ojeda lo mataron, vilmente asesinado…. Rindamos tributo a
aquel gran revolucionario, mártir de nuestro pueblo… Gran pensador
que cambió su diputación por la montaña”.
Desde
su asesinato los revolucionarios venezolanos establecieron el 21 de
junio como Día de los Mártires.
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