11/09/2017
Jacinto Convit (1913-2014): medico dermatólogo, uno de los principales científicos en el campo de la lucha contra la lepra, organizó el control nacional de la lepra, con la formación de personal y la fundación del Instituto Nacional de Biomedicina. Convit y sus colaboradores incrementaron el conocimiento de varias enfermedades parasitarias y alcanzaron la meta de eliminar la lepra como un problema de salud pública en Venezuela.
Jacinto Convit García nació en la parroquia La Pastora, de Caracas, el 11 de septiembre de 1913. Sus padres fueron Flora García Marrero y Francisco Convit. Realizó sus estudios de primaria en la Escuela Caracas y continuó su bachillerato en el liceo Andrés Bello, donde fue un alumno destacado en la cátedra de Filosofía y Matemáticas, que regentaba en ese entonces el escritor Rómulo Gallegos. Ingresó en la escuela de Medicina de la Universidad Central en 1932, obteniendo durante sus estudios menciones honoríficas en asignaturas como física y anatomía humana, anatomía descriptiva y topográfica, clínica médica y clínica quirúrgica entre otras En septiembre de 1937 recibió el título de Bachiller en Filosofía, optando enseguida por el título de Doctor en Ciencias Médicas, presentando la tesis “Fracturas de la Columna Vertebral” en 1938. Mientras estudiaba Medicina en la década de años treinta del siglo XX, Jacinto Convit acompañó a su profesor de Dermatología, el Dr. Martin Vega para trabajar en la Colonia de Leprosos Cabo Blanco, en el Litoral de Vargas, cerca de Caracas. En ese momento, las víctimas de la lepra no tenían ninguna esperanza. Las condiciones de los pacientes con lepra eran infortunadas, los únicos tratamientos eran analgésicos y aceite de Chaulmoogra, una terapia de escaso valor.
En la década de los años cuarenta del siglo XX el Dr. Convit inoculó el bacilo de la lepra en armadillos (cachicamos), de la familia Dasypodidae y obtuvo el Mycobacterium leprae, que mezclado con la BCG (vacuna contra la tuberculosis), utilizó para tratar con éxito por primera vez a pacientes con lepra . Este logro permitió el tratamiento de más de 14.000 pacientes en Venezuela, con la consiguiente liberación de esos pacientes con lepra de su "prisión médica" en las colonias de Leprosos.
Después de este resultado, el Dr. Convit y su equipo desarrollaron una vacuna experimental, dirigida tanto a tratamiento como a la prevención de la lepra Debido a la similitud entre las bacterias que causan la lepra y las bacterias que causan de la tuberculosis, la vacuna BCG se usó como una base y se mezcló con Mycobacterium leprae. Los primeros resultados fueron aclamados como un gran éxito en el tratamiento de la lepra, aunque con el transcurrir de los años la eficacia de la vacuna ha sido objetada . Una vacuna contra la leishmaniasis fue desarrollada más tarde por el método de Convit. En 1945, Convit es enviado por el Ministerio de Sanidad al Brasil, para observar colonias para pacientes con lepra de ese país. A su regreso, es nombrado médico director de las leproserías nacionales, cargo que desempeñó hasta 1946. Asimismo de enero a julio de 1946, Convit fue designado médico director de los Servicios Antileprosos Nacionales y desde julio de 1946 fue designado médico jefe de la División de Lepra; correspondiéndole por tanto organizar toda la red nacional de la lucha contra la lepra.
El 1 de febrero de 1947, Jacinto Convit se casó con Rafaela Marotta D'Onofrio, con quien tuvo cuatro hijos: Francisco Convit, empresario radicado en Caracas, el Dr. Rafael Convit, cirujano plástico que reside en Washington DC y el Dr. Antonio Convit, profesor e investigador de la Universidad de Nueva York, en Nueva York. Su hijo Oscar Convit, falleció en el año 1978 y su esposa en el año 2011. Jacinto Convit fue aficionado a la hípica y propietario del Stud Saltron, con el cual logró varios triunfos en clásicos, en hipódromos de Venezuela. Entre 1950 y 1951 obtuvo los grados de Licenciatura y Maestría en Química en la Universidad de Delaware. En 1954, recibió un doctorado en Ciencias Químicas por la Universidad de Tulane, en Louisiana, y trabajó como instructor asistente en Química Orgánica (1951-1954) y le adjudicaron el Premio American Cyanamid Fellowship, mérito a la Enseñanza. A su regreso a Venezuela el Dr. Convit se convirtió en profesor de Dermatologia en la Escuela de Medicina de la Universidad. Después de su regreso, comenzó a capacitar personal para ejecutar un servicio nacional de Dermatología. Aunque creado principalmente para lepra, este servicio después fue utilizado contra otras enfermedades, como leishmaniasis y oncocercosis
En la década de los años sesenta del siglo XX el Dr. Convit presentó en Londres, en la OMS (Organización Mundial de la Salud), un informe sobre los resultados de su investigación sobre la lepra. Esta presentación le valió que los datos de su investigación se establecieran como un programa base de poliquimioterapia contra la lepra, publicado por la OMS en los países endémicos. Dr. Jacinto Convit se encargó de la aplicación de un programa de pruebas de drogas en el tratamiento de algunas enfermedades parasitarias, dirigiendo el Centro de Cooperación para la Evaluación de Drogas de las Américas.
También ayudo a redactar el Informe del Comité de Expertos entre 1962-1967 y 1972. La posterior integración de los programas de leishmaniasis, oncocercosis y micosis crearon más interés por parte de los organismos internacionales por el trabajo que se estaba desarrollando en Venezuela. En 1965 su trabajo en el campo de Dermatología fue reconocido por el Consejo de Dermatología de Estados Unidos. Posteriormente, desempeñó un papel importante en la fundación del Instituto Nacional de Dermatología (ahora Instituto Nacional de Biomedicina) en 1972, el Dr. Convit sabía de la importancia de la integración de la investigación, la capacitación y el tratamiento. El Instituto de Biomedicina que él fundó, logró reunir a las principales instituciones de salud de Venezuela para operar en concierto. "Estas instituciones," dijo el Dr. Convit, "han funcionado como una estructura unificada y flexible que da prioridad a las innovaciones experimentales, con la formación de grupos de investigadores, profesores, y el apoyo del personal de salud. Las actividades se llevan a cabo a través de un proceso participativo, que fortalece las estrategias para combatir las enfermedades endémicas "
El Dr. Convit organizó el control nacional de la lepra, con la formación de personal y la estructuración de la Autoridad Estatal de Servicios de Salud en Dermatología. Fue de esta manera que le fue posible conocer la magnitud del problema de la lepra en Venezuela, después de examinar más de un millón de personas, para poner bajo control alrededor de 30.000 contactos y descubrir unos 17.000 pacientes y continuar con el tratamiento y control de pacientes externos, cambiando la orientación de control de la lepra totalmente, con la sustitución del aislamiento obligatorio de los enfermos por el tratamiento ambulatorio, así como el control y la protección de sus contactos. Esta orientación radical en el control de la lepra, hizo de Venezuela un centro de formación internacional para los programas de control de los administradores de la lepra.
En 1968, el Dr. Convit fue elegido presidente de la Asociación Internacional de la Lepra (ILA) y reelegido en 1973. En 1971, Convit fue nombrado por la OMS como Director del Centro Cooperativo para el estudio y clasificación histológica de la Lepra. En 1976, Convit fue distinguido como Director de la Investigación Panamericana y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales. También fue presidente de la Revista Internacional de la Lepra. El uso de la vacuna desarrollado por Convit contra la lepra, fue gradualmente reemplazada, en su mayor parte, por un tratamiento de múltiples fármacos. Su uso en Venezuela, a partir de 1982, permitió al Dr. Convit y sus colegas reducir aún más la tasa de lepra de la nación; enfermedad que ahora ya no es un problema de salud pública El Mycobacterium leprae atenuado añadido a la vacuna BCG no probó en ensayos clinicos rigurosos y de valor estadistico llevados a cabo en varios paises alrededor del mundo, ser más eficaz que la BCG por si sola. Sabía que se necesitaba una investigación más intensiva para obtener una vacuna preventiva, ya que sólo así se podría erradicar la enfermedad.
Convit alcanzó un alto nivel de reconocimiento científico internacional, con más de 300 artículos científicos publicados. Su última publicación la realizó a la edad de 100 años, en el 2013. Jacinto Convit fue recipiente de 47 grados y premios venezolanos entre otros el Premio José Gregorio Hernández en 1955 y en 1980, la Medalla Federación Médica Venezolana en 1987 y así como 33 premios internacionales, incluyendo el Gaspar Vianna Medalla Cultural, otorgado por el Ministerio de Salud de Brasil, en 1961, el Premio Príncipe de Asturias en la categoría de Investigación Científica y Técnica en 1987, nominado para el Premio Nobel de Medicina por su vacuna experimental contra la lepra en 1988, la medalla "Salud para todos en el año 2000 " por la Organización Panamericana de la Salud y la Legión de Honor francesa en 2011. Fue elegido Individuo de Numero de la Academia Venezolana de Medicina (Sillón No. XXXI) en 1980 y también Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina.
El Dr. Jacinto Convit perteneció a 20 sociedades dermatológicas, entre ellas: la Real Sociedad de Medicina Tropical e Higiene de Londres, la Asociación Internacional de Alergología, Societas Internationalis Dermatologiae Tropicae, la Asociación Americana Dermatológica, la Asociación Internacional de la Lepra, la Academia Americana de Dermatología, la Sociedad Dermatológica Israelí , la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene. Durante los últimos años de su vida, su proyecto principal de investigación fue la búsqueda de una vacuna contra el cáncer, un modelo que básicamente pretende manipular la respuesta inmune de los pacientes con cáncer. Hasta ahora, la evidencia experimental de esta investigación en animales, ha reportado regresión de los tumores. Jacinto Convit fue un médico cuyo compromiso en la lucha contra la lepra, fue suficiente para sobreponerse a su decepción al no poderse determinar en ensayos clínicos rigurosos y de valor estadístico, sus esfuerzos para desarrollar una vacuna contra la lepra, que demostrara ser más eficaz que la BCG por si sola .
Sin embargo, su acreditado trabajo aporto una mayor integración de los servicios de Dermatología al sistema de salud en Venezuela, incrementando el conocimiento de varias enfermedades parasitarias y logro la disminución significativa de la lepra, al punto de no considerarse actualmente esta como un problema de salud pública en Venezuela. Convit nunca le cobró a un paciente por el cuidado y atención medica que él prestaba. Murió el 12 de mayo, 2014, en Caracas, Venezuela.
Facilitador Pedro Araujo.
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